martes, 3 de febrero de 2015

EL CARGADOR DE AGUA

Un cargador de agua de la India tenia dos vasijas que colgaba en los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenia tantas grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenia la mitad de agua.
Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabia perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación. Después de dos años la tinaja quebrada le hablo al aguador y diciéndole:
"Estoy avergonzada y me quiero disculpar con contigo porque debido a mis grietas solo puedes entregar la mitad de mi carga y solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir". El aguador apesadumbrado, le dijo compasiva mente: "Cuando regresemos a la casa quiero que notes la bellisímas flores que crecen a lo largo del camino".
Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo, pero de todos modos se sentía apenda porque al final, solo quedaba dentro de si la mitad del agua que debía llegar. El aguador le dijo entonces: "¿'Te diste cuenta de que las flores solo crecen de tu lado del camino?", siempre he sabiado de tus grietas y quise sacarle lado positivo de ellos.
Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los dias las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi maestro.
Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos , no hubiera sido posible crear esta belleza.
Cada uno de nosotros tiene su propias grieta. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existen la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.